domingo, 17 de agosto de 2008

Don José de San Martín.

Hoy 17 de agosto es un nuevo aniversario del fallecimiento de quien fuera el mayor héroe de América del Sur, don José de San Martín. Muchos argentinos están paseando y disfrutando de un fin de semana largo, pocos saben porqué y en homenaje a quien se celebra este feriado pasado para mañana sólo por intereses turísticos. Desde este pequeño lugar un pensamiento para el padre de la patria que hace 158 años moría solo y lejos de su país, en Boulogne Sur Mer, Francia.

domingo, 3 de agosto de 2008

Día del niño

CARTA DE UN NIÑO A TODOS LOS PADRES DEL MUNDO
Autor anónimo
· No me des todo lo que te pido. A veces sólo pido para ver hacia cuánto puedo tomar. Dame sólo lo que sea posible, justo y que yo merezca.
· No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo. Te comprendo mucho más y siento más tu cariño si me dices serenamente las cosas.
· No des siempre órdenes. Si, en vez de dar órdenes a veces me pidieras dulcemente las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto. Cuando oigo sólo órdenes y gritos, no siento deseos de cumplir con lo que se me impone, porque me invade una gran tristeza.
· Cumple con las promesas, buenas o malas, Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo. Necesito confiar en tu palabra, tener la fe en tus promesas, y de ese modo aprenderé a creer y a ser yo mismo una persona de palabra.
· No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana, porque entre nosotros tenemos que amarnos y no envidiarnos. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me hacer lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. Las comparaciones siempre duelen, por eso cuán importante es sentirse querido por lo que uno es en sí mismo.
· No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídete y mantén esa decisión. De lo contrario voy a confundir frecuentemente lo que esté bien con lo que esté mal. Si tú me enseñas con seguridad a aplicar las buenas acciones y a desechar las malas, yo aprenderé sin confusiones las enseñanzas que regirán mi vida.
· Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender. Quiero conocer el mundo por mis propias acciones. Mis experiencias y equivocaciones serán un valioso aprendizaje. Guíame pero sin conducirme, muéstrame el camino pero deja que yo lo recorra; enséñame a ser tan obediente como libre. Y así me sentiré seguro en el mundo.
· No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea por sacarte de un apuro. Así me haces sentir mal y perder la fe en lo que dices.
· Cuando yo hago algo malo, no me exijas que diga el “por qué lo hice”. A veces ni yo mismo lo sé. Pero si sé que no lo hago en forma intencional. Sólo ocurre. Compréndeme aún estoy creciendo.
· Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti. Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.
· No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas; pero nunca haré lo que tú digas pero no hagas. Porque tus verdaderas enseñanzas, aquéllas que nunca más olvidaré, se nutren con tu ejemplo.
· Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos, ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también. Por el contrario, nosotros vivimos en el seno de la misma casa, compartimos mucho tiempo, estamos siempre juntos y qué lindo que siempre podamos sentirnos muy amigos.
· Enséñame a amar y conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar; porque de nada vale, si yo veo que tú no conoces ni amas a Dios. Enséñame su obra, este hermoso mundo, y a encontrarlo en cada rincón de la naturaleza: en cada gota de rocío, en cada animalito, en la maravilla de cada amanecer, en la pureza de un jazmín. Quiero saber respetar y defender por siempre las maravillas de la naturaleza que Dios brindó a la humanidad.
· Cuando te cuente un problema mío, escúchame. No me dejes con el peso de mis palabras. Dame tu tiempo, bríndame tu apoyo. Trata de comprenderme y ayúdame, y me sentiré reconfortado.
· Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo, aunque tú no creas necesario decírmelo. Porque yo espero tu cariño, soy parte de tu ser y la persona en la que más confío. A través de tu amor aprenderé a amar al mundo. A través de tu verdad aprenderé a aborrecer a la mentira. A través de tu seguridad aprenderé a hacerme fuerte. Si me enseñas la libertad, aprenderé a defenderla para mí y para los otros.
· Si me inculcas la generosidad, sabré vivir sin egoísmos. Si me transmites tu ejemplo, no olvidaré jamás tus sabias enseñanzas. Si me educas con humildad, sabré apreciar las virtudes de los otros. Si me inculcas la paz y la bondad tendré las mejores armas contra la violencia de los hombres.
· Si cultivas en mi conciencia los más bellos valores que pueda atesorar un ser humano, seré, pues, una persona de bien, dispuesta a hacer algo por los otros y contribuir, aunque sea humildemente, al bienestar del mundo.
ABRAZAME, QUIERO EXPRESARTE CON CARIÑO TODO ESTO, NECESITO SENTIRTE MI AMIGO Y COMPAÑERO EN CADA INSTANTE.
PD: Si muchos de nosotros hubiésemos conocido este texto escrito en la década del 80, hubiéramos educado de otra forma a nuestros hijos, y tal vez hoy el mundo estaría un poquito mejor.
Si yo no asociaba a mi ahijado Gonzalo (el bebé de la foto) al club River Plate, tal vez él a partir de sus doce años, cuando eligió ser hincha de Boca Juniors, seguiría amándome…

La estación que se está yendo...

Dos textos anónimos que acompañábamos con música romántica:
¿Por qué ha de ser triste el invierno? Nos ofrece la tibieza del hogar, cuando se llega de la calle. Nos ofrece, en su máxima valoración, ese calor de nido con sugestión de pluma blanda… Nos ofrece también la plata de su cielo, el tul de su niebla. Y la esperanza de ver reverdecer las rosas en todos los cercos.
El invierno es una enseñanza de espera. La enseñanza suprema de la ciencia de la dicha, que consiste en aguardar el sol, a través de todas las nubes.