martes, 22 de diciembre de 2015
De abril a diciembre
Comenzamos las clases en el mes de Abril y finalizamos con una demostración el pasado 12 de Diciembre:
sábado, 17 de octubre de 2015
miércoles, 7 de octubre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
lunes, 21 de septiembre de 2015
La estación que se está yendo.
Dos frases anónimas que en la radio acompañábamos con música romántica:
¿Por qué ha de ser triste el invierno? Nos ofrece la tibieza del hogar, cuando se llega de la calle. Nos ofrece, en su máxima valoración, ese calor de nido con sugestión de pluma blanda… Nos ofrece también la plata de su cielo, el tul de su niebla. Y la esperanza de ver reverdecer las rosas en todos los cercos.
El invierno es una enseñanza de espera. La enseñanza suprema de la ciencia de la dicha, que consiste en aguardar el sol, a través de todas las nubes.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Profesora Daniela Venencio
Un lujo tenerla de profesora en el Centro de jubilados para la tercera edad, en Vicente López
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Por el día del Inmigrante
Festival folklorico Internacional en la ciudad de San Martín. Grupo "Muchachas" nietas de los primeros eslovenios que llegaron al país después de la segunda guerra mundial cantaron temas del país junto a temas argentinos.
Toda la alegría italiana
Video tomado en el "Gran Festival Folklorico Internacional" realizado en la ciudad de San Martín
martes, 1 de septiembre de 2015
Buscando a Juan Alberto Cuello
En este recorte de la revista Radiolandia de hace muuuuuuuchos años, se cuenta la historia de una niña que cantó en el programa "Buscando la voz de Tomba" emitido por la vieja radio "El Mundo", Argentina, conducido por don Antonio Carrizo.
Entre los ganadores de cada programa, a fin de mes, los oyentes elegirían su favorito mediante un cupón que el almacenero les entregaba con su compra. El premio era una suma de dinero para cada uno, entre los votantes del cantante ganador.
El almacenero de mi barrio nos había dado muchos cupones pensando que la ganadora sería yo, pero como no llegué a competir los usamos para votar por un muchacho que cantaba muy bien el tango y tenía una novia a quien los padres no le permitían casarse con él.
Nunca supimos más nada de Juan Alberto Cuello, si siguió cantando y/o si pudo convencer a los padres de su novia.
Ah, el almacenero en agradecimiento por ese premio que compartimos, me regaló un hermoso par de aritos de oro.
martes, 16 de junio de 2015
La estación que se está yendo
Otoño
El almanaque me sorprendió a mitad de camino
Entre el calor y el frío,
El canto del zorzal parece despedir al sol,
Melancolía que busca diluirse en un té caliente.
Nublado, triste,
Las nubes se rompen en mil pedazos,
¡Arde el sol y detrás el celeste!
Los abuelos muestran a sus nietos nubes de juguete,
Los enamorados obsequian nubes de joyas a sus amadas.
Pensar, soñar, desear
Los amigos que se fueron
La novia que no está,
Haré un gran fuego en la chimenea,
El viento sur traerá nuevos afectos.
De Mario Petrella
El almanaque me sorprendió a mitad de camino
Entre el calor y el frío,
El canto del zorzal parece despedir al sol,
Melancolía que busca diluirse en un té caliente.
Nublado, triste,
Las nubes se rompen en mil pedazos,
¡Arde el sol y detrás el celeste!
Los abuelos muestran a sus nietos nubes de juguete,
Los enamorados obsequian nubes de joyas a sus amadas.
Pensar, soñar, desear
Los amigos que se fueron
La novia que no está,
Haré un gran fuego en la chimenea,
El viento sur traerá nuevos afectos.
De Mario Petrella
En la semana del libro
Autopoema
Caminé por aquellas calles que olvidaron la palabra “soledad”.
Y ahora quiero quitarme los zapatos,
para escapar de todo pisoteo incesante.
Para huir, al menos por un rato, de tanta gente,
de tanto ruido, de tantos pensamientos.
Encontrarme con mi propio yo.
Escribir para mí, para mi interior, para mi sexo, para mi conciencia.
Tornarme un poco egoísta,
ya que no es bueno vivir sin escribir el propio nombre.
Silenciar a toda musa externa y comenzar viaje con el equipaje propio, a mi propio edén.
Porque nunca, nadie, logró pronunciar mi nombre como deseo escucharlo.
Porque a veces (tan sólo a veces) necesito tener valor para ser mi propia vida, mi propia muerte, mi propio soporte elemental…
Mi propia iluminación.
Autor Anónimo
Caminé por aquellas calles que olvidaron la palabra “soledad”.
Y ahora quiero quitarme los zapatos,
para escapar de todo pisoteo incesante.
Para huir, al menos por un rato, de tanta gente,
de tanto ruido, de tantos pensamientos.
Encontrarme con mi propio yo.
Escribir para mí, para mi interior, para mi sexo, para mi conciencia.
Tornarme un poco egoísta,
ya que no es bueno vivir sin escribir el propio nombre.
Silenciar a toda musa externa y comenzar viaje con el equipaje propio, a mi propio edén.
Porque nunca, nadie, logró pronunciar mi nombre como deseo escucharlo.
Porque a veces (tan sólo a veces) necesito tener valor para ser mi propia vida, mi propia muerte, mi propio soporte elemental…
Mi propia iluminación.
Autor Anónimo
domingo, 22 de febrero de 2015
domingo, 4 de enero de 2015
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