miércoles, 16 de enero de 2008

Palábra de músico.

WOLFGANG AMADEUS MOZART: A veces mientras viajo en coche, o durante los paseos, después de un buen almuerzo, o de noche, cuando no puedo dormir, me llegan como un torrente las mejores ideas. Aquellas que me agradan las retengo en la memoria o las canturreo bajito, para mí. Una vez fijadas, pronto vuelven a mi mente una tras otra, como en fragmentos, listas para ser usadas en un papel, ordenadas contrapuntísticamente, o según el sonido de los distintos instrumentos. Eso enardece mi alma, va creciendo cada vez mas. Lo voy explayando con mayor amplitud y lucidez, y casi se consume realmente en mi cerebro, aunque sea extenso, De tal modo que luego lo abarco como a un lindo cuadro o a una bonita mujer; también lo oigo imaginativamente, no como un encadenamiento de cosas, como luego aparecerán, sino como todo un conjunto. ¡Qué festín! Encontrar y obrar. Todo ocurre en mi mente como un intenso y bello sueño. Pero oírlo así, en conjunto, es una maravilla…

GIUSEPPE VERDI: Si se imita la realidad, puede resultar bastante bueno, pero si se inventa esa misma realidad, es mejor, mucho mejor. Tal vez le parezca que estas palabras contienen una contradicción. Inventar una realidad. ¡Pregúnteselo al padre de todos nosotros! Shakespeare. Quizás él haya encontrado algún modelo para Falstaff, pero difícilmente uno para un criminal como Yago, y nunca, de un ángel tan puro como Cordelia o Desdémona. Y sin embargo, son tan reales… Cuando se imita la realidad, algo bueno resulta. Pero es una fotografía, no un cuadro.

FRANZ SCHUBERT: Disposición natural y educación determinan el espíritu y el corazón del hombre. El corazón es soberano, el espíritu debe serlo. Tomad la gente como es, no como debe ser. Mis producciones sólo existen por obra de mis conocimientos sobre música y por obra de mi dolor. Aquellas que sólo son el resultado de mi pena, parecen ser las que menos alegran al mundo.

ROBERT SCHUMANN: Los hombres son a menudo como los vinos. El calor los abate y les quita fogosidad. El frío, en cambio, los vuelve ardientes y briosos.

sábado, 5 de enero de 2008

Vacaciones!

UNA CUESTION DE TIEMPO

Así hayamos elegido el mar, la montaña, o simplemente quedarnos en casa a descansar, las vacaciones suelen brindar un tiempo para conectarnos con las cosas que nos gustan: paseos, lecturas, charlas más prolongadas y distendidas con amigos, o simplemente con nosotros mismos, con lo que nos pasa.
En contraposición, al regresar retomamos actividades y ocupaciones que, a veces, nos exigen un ritmo más rápido del que quisiéramos; acomodarnos a horarios, quehaceres, a una normatividad que impone un mismo tiempo para todos.
Cabe la pregunta. ¿Tenemos todos un mismo tiempo? ¿Somos todos iguales? Preguntas estas que nos introducen en la singularidad y en las diferencias. Diferencias de tiempo, gustos y deseos, a menudo difíciles de entender o compartir. Paradójicamente, estas diferencias pueden llevarnos a encontrar “otro tiempo”, distinto del cronológico o normativo, para preguntarnos por nuestro propio tiempo y deseo, más acá de las vacaciones.
anónimo