¡Y la reina...

...cumplió 15 años! Los festejó con sus tias, su mamá y su hermana, y quedó así de cansada.

de Rafael de León

HORA

Me acordaré de ti todas las noches, a las once,
en la plaza sin la luna de tu ausencia
pronunciaré tu nombre
con el mismo temblor del primer día,
todas las noches a las once…
Y aunque esté en un café, o en un teatro
o en un duelo, sin que nadie me importe,
te llamaré subasta de mi pena,
todas las noches a las once…
Y si la gente, que importa la gente!!
no sabe, no comprende, no conoce lo que es amor,
que aprenda de mis labios
todas las noches a las once…
Que cariño no es nube ni melindre,
sino sangre, canción, olvido y monte,
se quiere así gritándolo a los vientos,
todas las noches, a las once…
Y un día llegará que Dios me oiga!!
que cuando vaya a pronunciar tu nombre,
tu estés bajo la lluvia de mis besos,
a las diez, a las once y a las doce.

Día de la música

Santa Cecilia, desde la Edad Media, considerada patrona de la música y de los músicos, por su afición a los cánticos de divinas alabanzas. Nacida en Roma, de buena familia y educada en la religión cristiana, en su juventud consagró por un voto su virginidad a Dios. Obligada por sus padres a casarse con un noble de nombre Valeriano, el joven quiso conocer la nueva doctrina y fue bautizado por el obispo Urbano quien lo instruyó en el cristianismo; él y su hermano Tiburcio fueron encarcelados, torturados y murieron como mártires por su fe. Las cárceles eran visitadas diariamente por Cecilia, quien adoctrinaba a los prisioneros en la buena nueva, hasta que un día se enfrentó al prefecto de Roma Almaquio hombre despiadado, enemigo del cristianismo y quien ya había ordenado la detención de Valeriano y Tiburcio, amenazándola con sufrimiento y muerte si no terminaba con su fanática creencia. Cuando era llevada al tribunal, le aconsejaron que pensase en sí misma y gozase de su hermosura y riquezas, pero ella contestó que morir por Cristo no sería daño para ella sino ganancia, porque alcanzaría otra vida bienaventurada y perdurable. Era el año 230 cuando Cecilia murió por seguir la voz de su fe…

La imagen del día:

CEFERINO NAMUNCURA

noviembre 11 de 2007

Día de la Tradición.

"Mi Hospitalidad"

Sé hospitalario.
Cuando el forastero harto de camino ponga en tu población su mirada, como un cuerpo sobre los pellones del recado tendido en el campo, espéralo más allá del umbral de tu casa chata y fresca y ofrécele tu mano como un pregusto de abrigo.
Porque eres señor de tu casa, trátalo como si fuera amo.
No preguntes quien es.
Tal vez en sus brazos pese un mal hecho, más difícil de llevar por la vida que las arrastradas nazarenas por la barrida tierra de tu patio en que van hincando su corona de espinas.
Tal vez su orgullo demasiado grande ensanche su frente bajo el chambergo cuya ala pretenciosa viene despreciando el aire que crea su paso.
Siéntalo junto al fogón, corazón de fuego de tu morada tranquila, y dale un banco fuerte en que asentar su fatiga.
Arrima unas brasas a sus pies para que sequen el barro de sus botas y el calor suba hasta sus labios en confianza de confidencias.
Déjalo hablar y asiente con tu cortesía sus palabras.
Y cuando el sueño nuble de vacío sus ojos entonces dale tu lecho y vigila su reposo tendido sobre tus pellones.
Cuando se vaya llevará consigo el regalo de tu hermandad que mejora al hombre.

Ricardo Güiraldes