martes, 16 de junio de 2015

En la semana del libro

Autopoema

Caminé por aquellas calles que olvidaron la palabra “soledad”.
Y ahora quiero quitarme los zapatos,
para escapar de todo pisoteo incesante.
Para huir, al menos por un rato, de tanta gente,
de tanto ruido, de tantos pensamientos.
Encontrarme con mi propio yo.
Escribir para mí, para mi interior, para mi sexo, para mi conciencia.
Tornarme un poco egoísta,
ya que no es bueno vivir sin escribir el propio nombre.
Silenciar a toda musa externa y comenzar viaje con el equipaje propio, a mi propio edén.
Porque nunca, nadie, logró pronunciar mi nombre como deseo escucharlo.
Porque a veces (tan sólo a veces) necesito tener valor para ser mi propia vida, mi propia muerte, mi propio soporte elemental…
Mi propia iluminación.

Autor Anónimo

3 comentarios:

Juan Manuel Otero Barrigón dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Manuel Otero Barrigón dijo...

hola Betty! googleando mi nombre por cuestiones de trabajo me encuentro con el link de tu blog y de esta poesía, que fue publicada en una revista barrial, pero de la cual yo no soy el autor. Hubo una confusión cuando la compartí en las redes sociales, como anónima, y luego fue reproducida con mi nombre. Lamentablemente desconozco quien la escribió, ya que es muy linda, pero te agradecería fuese corregido en el blog para evitar confusiones. A propósito, muy inspirador tu blog! Saludos, Juan Manuel.

Betty dijo...

Ya mismo lo corrijo.