viernes, 6 de julio de 2007

Es hora de tomar decisiones...

En algún momento un médico determinará que mi corazón ha dejado de funcionar y que mi vida ha terminado. Cuando esto suceda, no traten de revivirme artificialmente y donde quiera que me encuentre, no lo llamen mi lecho de muerte, llámenlo "mi lecho de vida", y dejen que mi cuerpo ayude a que otros gocen de una vida plena:

  • Den mi vista a alguien que nunca haya visto un amanecer.
  • Den mi corazón a quien el suyo no le haya causado más que interminables días de dolor.
  • Den mi sangre a algún adolescente rescatado de entre las ruinas de un automóvil para que algún día pueda llegar a gozar del juego de sus nietos.
  • Den mis riñones a quien dependa de una máquina para seguir existiendo.
  • Tomen todos mis huesos, músculos, fibras y nervios y hagan caminar a un chico lisiado.
  • Exploren cada rincón de mi cerebro y tomen mis células para que un niño mudo pueda gritar un goooool, y una niña sorda pueda oír la lluvia contra los cristales de la ventana.
  • Si tienen necesidad de enterrar algo, les dejo mis defectos y todos los perjuicios que causé a mis semejantes.
  • Y si por casualidad quieren recordarme, háganlo con una buena palabra o acción para quien lo necesite.

anónimo

No hay comentarios.: