Las figuras que veneran argentinos en Liniers o italianos en Nápoles son casi iguales pero no la devoción que inspiran. A Buenos Aires llegan como pueden, familias de todas las provincias pidiendo pan y trabajo o agradeciendo lo ya logrado. En Italia es venerado a solas, las mujeres tocan su estatua de mármol y le dicen que es bello.
Nacido en Vicenza, Venecia en 1480 su nombre era Gaetano, Cayetano en castellano, y sus padres fueron el conde Gaspare de Thiene y la condesa Maria da Porto, su familia era noble y una de las más ricas de esa ciudad. Filósofo, teólogo y doctorado en derecho, ofició su primer misa en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, donde tuvo una visión: la Virgen le colocó al Niño Jesús en sus brazos. En Venecia usó su fortuna para fundar hospitales de incurables. En 1533 se instaló en Nápoles, allí se dedicó a curar enfermos luchando en contra de la corrupción de la iglesia hasta que murió de un ataque al corazón el 7 de agosto de 1547, el mismo día en que el emperador Carlos V anunció que no implantaría la temida Inquisición. Debido a esa decisión Nápoles se pacificó y la figura de Cayetano se convirtió en leyenda popular. En 1656 cuando la peste se llevó más de 35000 personas en un día, los napolitanos invocaron su protección y en el aniversario de su muerte la epidemia comenzó a retroceder. En abril de 1671 el Papa Clemente X lo proclamó Santo de la Providencia y Nápoles lo hizo copatrono de la ciudad junto a San Genaro.
Nacido en Vicenza, Venecia en 1480 su nombre era Gaetano, Cayetano en castellano, y sus padres fueron el conde Gaspare de Thiene y la condesa Maria da Porto, su familia era noble y una de las más ricas de esa ciudad. Filósofo, teólogo y doctorado en derecho, ofició su primer misa en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, donde tuvo una visión: la Virgen le colocó al Niño Jesús en sus brazos. En Venecia usó su fortuna para fundar hospitales de incurables. En 1533 se instaló en Nápoles, allí se dedicó a curar enfermos luchando en contra de la corrupción de la iglesia hasta que murió de un ataque al corazón el 7 de agosto de 1547, el mismo día en que el emperador Carlos V anunció que no implantaría la temida Inquisición. Debido a esa decisión Nápoles se pacificó y la figura de Cayetano se convirtió en leyenda popular. En 1656 cuando la peste se llevó más de 35000 personas en un día, los napolitanos invocaron su protección y en el aniversario de su muerte la epidemia comenzó a retroceder. En abril de 1671 el Papa Clemente X lo proclamó Santo de la Providencia y Nápoles lo hizo copatrono de la ciudad junto a San Genaro.
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